"Esta vez no erraré el tiro, esta vez no temblaré al verte borracho atravesar el umbral. No pensaré en nuestros hijos, ya no están en casa, se han ido a formar su propia familia, lejos de ti."
Había podido huir desde la última paliza, escapar a algún lugar perdido, sin embargo, fue valiente y se quedó a esperarle, pacientemente, sabía que una orden de alejamiento le haría volver, contaba con ello.
"Aquí estoy, deseando que llegues a esa puerta, ni siquiera he cambiado la cerradura para que te sea más fácil entrar."
Al otro lado del pasillo suena el tintineo de unas llaves, la puerta comienza a abrirse...
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