domingo, 25 de septiembre de 2016

Tinta sin voz

Llora, tinta negra
que empapas de duelo mis venas,
llora la sangre de mis ecos
y el clamor de mis silencios,
llora la rabia que me condena
y el hastío que te ha creado,
llora mar y llora eterna
y describe lo que mis labios
ya no cuentan.
Llora rosas de espinas cargadas
y que tu sal limpie la herida
de aquellos años
que, en sus pupilas,
estallaron en mil voces
de despedida.
Llora, tinta azabache
que me consumes entre recuerdos,
llora la voz de aquellos días,
llora el rubor de un cielo occiso
y el sabor de un beso eterno.
Llora paisajes de veinte otoños
y sus inviernos y primaveras
y guarda para mí los veranos
que, con sus brisas,
haré un sudario
para dormirme ya sin sueños.
Llora, tinta oscura,
endemoniada tinta mala, mala tinta,
que envenenas mi cordura
y provocas mi tormento,
llora tú,
llora mis ganas,
yo ya no tengo palabras.