martes, 15 de diciembre de 2015

El adiós

Cuando decidas no estar aquí,
no recordaré aquel primer beso en el parque,
ni que temblé y que tú lloraste,
ni el atardecer, ni la canción, ni cosas así.

Cuando decidas que has de marchar,
no me enterraré entre lamentos
de lo que pudo ser y lo que fuimos,
de lo que ha sido y lo que siempre quiso ser.

Cuando decidas que es la última vez,
no soñaré tu sonrisa, ni tu aroma,
no cantaré ni tu ausencia, ni mi pena,
sólo te seguiré amando si ti.

Nunca te he dicho

Hoy tengo ganas de hablarte,
de decirte lo que he hecho
y lo que he de terminar,
tengo ganas de hablarte de todo y nada y lo demás.

Hoy, y aun así, tengo miedo
de decirte que lo siento,
de sentir y que lo entiendas
y de pedir que no lo vuelvas a hacer.

Hoy quiero tenerte entre mis brazos,
caracoleando mi cabello entre tus dedos
y saboreando la esencia misma
de la vida en cada uno de tus besos.

Hoy quiero rendir cuentas
al tiempo y al destino
y gritarles a la cara
que al final hemos vencido.

Hoy sin embargo, dolido y extraño,
el lecho me aguarda vacío,
la noche me espera en silencio
y la paz que me aplasta no me deja ni soñar.

Hoy te busco entre paredes y recuerdos
y te espero en mis desvelos,
rompiendo a llorar entre voces de otras penas
y poemas de otro cantar.

Hoy tengo ganas de ti y ya no estás,
piano sin teclas que quiere entonar su canción
y apartar a las sombras de tu ausencia
que no cesan de iluminar mi soledad.

Hoy tengo ganas de volver a ser grande,
de ser aquel gigante que una vez viste luchar
pero soy tan pequeño, tan frágil y asustadizo
que apenas este triste y ronco soneto dejo escapar.

Hoy tengo ganas de hablarte...

viernes, 4 de diciembre de 2015

Hoy soy yo

¿Dónde quedó mi juventud?,
¿cuándo olvidé
que lo importante es olvidarse de olvidar?,
¿cómo pude sucumbir
al tedio de contar mis latidos
en busca de una constante
que dicte mis letras?
Hoy soy yo,
sólo yo y solo,
viejo con dolores de viejo y nostalgia del pasado,
lleno de recuerdos
y vacío de alma,
hoy soy urna funeraria.
Hoy soy yo, sólo yo y solo,
cansado de cansarme y bostezar mis lamentos
a un viento que ya no sopla
y devuelve mi aliento
putrefacto,
y estupefacto me vuelvo al ayer
y sonrío
mientras me dice adiós.
Hoy soy yo.

Hace tiempo

Hace tiempo dejé de oír tus palabras y empecé a observar el movimiento de tus labios, a sentir las vibraciones de tu timbre y a devorar cada dulce brisa que escapa de tu boca cuando me hablas.

Ahora sé

Alzo la vista y te veo sonreír,
de nuevo,
y llamas al tiempo con tu brisa
y todo se hace eterno,
distinto,
limpio,
como lo fue ayer,
o como así recuerdo una y otra vez,
cuando las arrugas de la cama eran
secretos rincones
de nuestros sueños.
Guardo silencio y te oigo sentir,
con ganas,
y danzas al viento en su alfombra
y todo se hace inmenso,
abierto,
sencillo,
como lo fue ayer, o como así recuero una y otra vez,
cuando las letras de mi verso eran
amantes susurros
de nuestro universo.
Te miro una última vez y guardo silencio
y me pierdo en el olvido
para siempre
porque ahora de nuevo
vuelves a ser feliz
y no es conmigo.
Alzo la vista y te veo sonreír,
al cambio,
y ya no me buscas entre la gente
y ya no es mi nombre el que susurras
y ya no es mi vida la que importa
y ahora sólo sé que eres feliz.
Guardo silencio y te oigo sentir,
sin duelo,
y ya no lloras en las sombras
y ya no gritas en mi ventana
y ya no es mi alma la que te ancla
y ahora ya lo sé...