viernes, 28 de agosto de 2015

Liebster Award

Premio Liebster Award

 

Acabo de recibir la nominación a este premios por Oscar Ryan, a través de su blog: https://plus.google.com/103885723365256729478/posts/LqNCN1ACf49

Me siento la persona más afortunada del mundo, virtual y real, tras sentirme arropado, con esta nominación, por alguien como Oscar, quien, además de genial escritor y gran comunicador y gestor de sueños, es un excelente compañero.

Las normas de este premio son muy simples:

•Agradecer al blog que te ha nominado y seguirlo.

•Responder a las 11 preguntas que te han hecho.

•Nominar a 11 blogs que tengan menos de 200 seguidores.

•Avisarles de que han sido nominados.

•Realizar 11 preguntas a los blogs que has nominado.


Las preguntas que me han hecho y hago son:


1. ¿Cuánto tiempo llevas con el blog?

Desde el 1 de julio de 2014. 

2. ¿Recuerdas el libro que te enganchó a la lectura?
Odiaba leer hasta el verano en que tenía 14 años, cuando descubrí el olor de un libro que había pasado por las manos de mis 8 tíos, uno de Enid Blyton, de Los Cinco, no recuerdo cual; tras leer el primero no pude parar y, aún hoy, vuelvo a ellos de vez en cuando.

3. ¿Tu personaje ficticio favorito? 
Frankenstein, el monstruo, no el Doctor.

4. ¿Has leído algún libro de terror? ¿Te gustó? ¿Te daba miedo? 
Muchos, de distintos autores, todos muy interesantes, aunque el miedo venía tras apagar la luz de la mesita.

5. ¿En alguna ocasión has dejado un libro sin terminar? 
Sí, por desgracia, hay más de un libro que no he tenido tiempo o paciencia suficiente para terminar.

6. ¿Te gustaría escribir alguna novela? 
Claro, cada noche me acuesto con una perfecta novela empezada, al despertar descubro que no es para tanto y destruyo las pruebas.

7. ¿Alguna vez has soñado con un personaje literario? 
Creo que no, aunque no suelo recordar mis sueños.

8. ¿Algún autor con el que establezcas una relación amor/odio? 
Sí, todas las obras que leo me producen una sensación de amor por lo que leo y odio por la envidia (sana) que me recorre el espinazo.

9. ¿Me recomiendas que visite algún blog literario en especial? 
Cualquier blog que desarrolla temas literarios, en cualquiera de sus formatos, es indispensable y recomendable, al menos para mí.

10. Si fueras a una cena y pudieras elegir 3 personajes literarios que te acompañaran... ¿Cuales elegirías? 
Edgar Alan Poe, Agatha Christie y Miguel de Cervantes.

11. Por último.. ¿Podrías darme algún consejo para mejorar mi blog? 
No conozco a nadie que pueda aprovechar mis consejos, ni yo mismo soy capaz de hacer buen uso de los que me doy.


Ahora paso a las nominaciones, a quienes espero les haga la misma ilusión que me hizo a mí recibir tal detalle. 


miércoles, 26 de agosto de 2015

La carrera (2)

Deambula, descalza, atravesando un callejón desierto, sembrado de cristales rotos y otros desperdicios de algún local cercano, cerrado horas antes, cuando la ciudad aún estaba tratando de dormir.

Su vista, borrosa, sólo percibe luces y sombras de lo que parecen los indicadores de un taxi alejándose de aquel lugar.

La ropa, o lo que queda de ella, se reparte en jirones por su maltrecho y entumecido cuerpo, decorado con heridas profundas de las que brotan hilos continuos de sangre. No siente dolor, al menos todavía no, tal vez por el abusivo tratamiento de opiáceos al que ha sido sometida durante siete días y seis noches.

El amanecer está casi al otro lado del callejón, una claridad áurea parece emerger de algún punto en el infinito horizonte hacia el que camina sin conciencia.

Se apoya en una de las paredes, a punto de desmayarse; su cabeza no puede gestionar ninguna información, ni lo intenta, apenas le llega para mover una pierna detrás de la otra e intentar avanzar.

Logrando reponerse de su desvanecimiento, vuelve a recorrer aquel pasillo interminable que parece llevarla hacia una salvación que aun ignora necesitar. Un paso detrás de otro la llevan al final del callejón y, por fin, todo parece encajar, apenas le quedan un par de calles para llegar a su portal, recuerda la zona, recuerda la noche, recuerda el bolsito y recuerda el miedo.

Su corazón se dispara y, con cada latido, sus heridas parecen abrirse más y más, haciendo que los hilos de sangre pasen a ser regueros por los que se escapa su vida.

Con el miedo llega el dolor, y éste le trae espeluznantes imágenes de lo sucedido: rostros enmascarados sobre ella, risas metálicas y sonidos de extrañas herramientas en contacto con su piel.

Su cerebro no puede soportar esa tortura y su corazón parece explotar en su pecho. Finalmente sucumbe al miedo y al dolor y se desploma sobre la acera adoquinada, en la que una semana antes, una noche como esa, las farolas y los árboles bailaban al son de una dulce brisa de estrellas.

"Mierda-pensó el inspector Julio cuando leyó la página de sucesos del diario- ya le han puesto apodo."

Dobló el periódico y lo lanzó al final de la barra. Se tomó su café cargado y se despidió del camarero con un ademán. Tenía que llegar a la comisaría lo antes posible, para evitar a la panda de buitres y demás carroñeros que siempre aparecen cuando salen este tipo de noticias.

martes, 25 de agosto de 2015

Premios

Me ha costado mucho tiempo aceptar este premio, no por no considerarme merecedor, sino por creer que soy un simple observador de grandísimos compañeros, merecedores de estos y muchos otros premios, sin embargo, lo que he tenido seguro, desde el principio, es que debo agradecer inmensamente a +Puig Deulofeu  que pensara en mí a la hora de hacer su elección para recibir estos premios:
¡Muchas gracias!

Premio Parabataistiene el significado de la fortaleza de los guerreros de protegerse unos a otros, teniendo cierta similitud, con la ayuda que nos brindamos unos bloggers a otros en nuestro trabajo.
Las normas de este premio son:
Agradecer públicamente a la persona o personas que te lo     han concedido.
. Poner la imagen del premio en la entrada del blog.
. Nominar a diez compis.
. Comunicar la nominación a los premiados.


Premio FTno se sabe a ciencia cierta su significado. Pero parece tener cierta relación con el premio anterior, significando fidelidad entre los diferentes bloggers.
Las normas de este premio son:
Agradecer públicamente a la persona o personas que te lo han concedido.
. Poner la imagen del premio en la entrada del blog.
. Nominar a diez compis.
Premio DARDOSes otorgado en reconocimiento a valores personales, 
culturales, éticos y literarios que son transmitidos a través de una forma creativa y original mediante la escritura. La insignia fue creada (no se sabe quién lo ideó) con el afán de promover la hermandad entre bloggers, mostrar cariño y gratitud por añadir valor a la blogosfera”.  El significado de este premio es el Reconocimiento a creatividad, dedicación y esfuerzo por mantener el Blog, así como la capacidad de trasmitir valores personales, culturales, éticos y literarios.
Las normas de este premio son:
. Incluir en la entrada la imagen del premio.
. Mencionar y enlazar con la persona y el blog que te ha otorgado el premio.
. Nominar y enlazar nuevos blogs que merezcan ese mismo reconocimiento.Premio Black Wolf Blogger award, es un premio simbólico, sin valor por sí mismo pero que muestra el respaldo de otros bloggers y anima a seguir escribiendo y a no abandonar, la otra función que tiene es la de  difundir  nuestro trabajo y eso; siempre  es de agradecer. 
Las normas del premio son:
 Agradecer el premio a la persona que te lo ha otorgado
.  Contestar 4 preguntas
.  Nominar 15 blogs y notificarle la nominación.


Las preguntas
1. ¿El primer libro que leí?
Si no me confundo, alguno de los de Teo, ignoro cual, aunque en mi cabeza resuena "Teo y la cigarra."
2. ¿Por qué escribo?
Porque me ayuda a respirar.
3. ¿Tienes una musa o inspiración?
Sin duda, y creo que ella lo sabe ;)
4. ¿Escribes lo que vives o vives lo que escribes?

Ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario.
Los blogs y personas a los que quisiera premiar: 

+Yolanda Pascual , porque ella me animó a encontrar el camino y guía mis ojos a la hora de ver la vida a través de los pinceles.
+Oscar Ryan , un creador de sueños, un domador de fieras y un gran portero en una Torre de Babel.
+Isabel Merchan , cuyas obras me reconfortan y me provocan tanto que no puedo evitar dialogar con ellas.
+Campanilla Feroz , que revolotea con inquieta dulzura y sutil locura un mundo de letras endiabladas, capaces de estremecer y conmover, asustar y embaucar con total soltura.
+Vanessa Hervás , cuyo prisma me sigue haciendo envidiar y cuya visión oscura me hace ver la luz desde otra perspectiva.
+Javi Gazapo , en cuyos senderos me pierdo, ansiando recorrer cada paraje descrito.
+Mercedes Gil Abuelatecuenta , cuyos valores despiertan emociones que se habían perdido años atrás.
+Mendiel , con un corazón puro y profundo y una forma de entender y plasmar las letras que me colman de placer.
+Ana Lía , que llena de dragones mis mazmorras y de grandes historias a mi imaginación.
+Edgar K. Yera , grandísimo escritor que me reporta apasionantes relatos.
+Regina Stalzer , de cuyo conocimiento y técnica me siento asombrado.
+Aleta Wohl , con quien descubro, asombrado, que el tiempo puede detenerse en cualquier instante.
+Julia C. , asombrosa en sus creaciones, llena de sentimientos que plasma con nitidez.
+Clara serrano lópez , cuya capacidad de describir emociones es, simplemente, apasionante.
+Ragnar Lothbrok , extremadamente intenso e interesante discurso, relatos poderosos con una calidad inmejorable.

Lamento no poder seguir enumerando a todas las personas que llenan mi mundo, pero desde aquí les mando uno de mis grandes abrazos.

lunes, 24 de agosto de 2015

La partida

Las piezas están dispuestas. Un peón hace su movimiento y dispara la primera de las alarmas. En respuesta, un caballo azabache se lanza al frente, relinchando.

Los minutos pasan y los movimientos se suceden, irremediablemente, hacia un destino aun no escrito, sin embargo, ambos han terminado la partida y se sienten vencedores.

La dama, despojada de su pudor, desliza su cuerpo con sutileza, entre sedas alboradas, tratando de emboscar a un rey de ébano que, lejos de plantar batalla, sigue la contienda tras los muros de su gran torre.

El tiempo pasa y los alfiles ya han sido empleados en el juego, abriendo el camino de la batalla hacia lugares infinitos, tratando de regalar algo de tiempo a un hado que se empeña en reducir cada una de sus conquistas.

La hora del duelo final llega cuando la última pieza cede, ante la presión de la reina de nácar, y las defensas del reino del petróleo caen, dejando a su monarca a merced de sus designios.

El tiempo se detiene, la tenue luz de la estancia parece amortiguar sus conciencias, sin embargo ambos permanecen frente a frente, entendiendo cada paso, cada movimiento, cada deseo.

Ella le mira sonriendo, él responde con sus ojos serenos, sabiendo que el momento ha llegado. Ella se acerca más, él la espera. Un poco más, sólo unos segundos más que él soporta con sumisión hasta que, al fin, ambos lanzan un gemido de placer.

Ella se recuesta sobre él, como la luna se tumba sobre el cielo nocturno y, así, permanecen desnudos hasta el amanecer, sobre una cama llena de piezas de ajedrez pero sin tablero.

sábado, 22 de agosto de 2015

La carrera

Llueve una negra noche sobre la ciudad dormida. El susurro de las estrellas mece dulcemente la mortecina luz de las farolas, creando ondas de maravillosas y fantasmales sombras arbóreas que trazan, sobre la adoquinada calle, bailes intangibles de silenciosa armonía.

El eco de unos pasos rompe la solitaria llamada del olvido y anuncia la llegada de unas largas y hermosas piernas, cansadas de otra ronda de manoseos y piropos innombrables.

Irrumpe, en medio del vals de la acera, un precioso cuerpo, perfectamente femenino y definido, con una falda innecesaria y excesivamente ceñida y corta y una blusa trasparente, tanto que apenas deja espacio a la imaginación. De sus desnudos brazos, cruzados sobre el torso, en vano intento de repeler el frío húmedo con el que este otoño anuncia su ocaso, cuelga un bolso pequeño, meticulosamente combinado con sus zapatos de tacón vertiginoso.

Su rostro, fino, delicado y estelar, ha perdido su angelical pose y advierte, sin fisuras, el rencor y el hastío de un cansado ser; donde hubo sonrisa y ojos anfitriones, ahora solamente queda una fina línea, apenas apreciada salvo por el diminuto brillo rojo de su lápiz de labios que forma una horizontal certera, y unos ojos coronados por cejas en pugna por alcanzar su operada nariz.

Su mente vaga demasiado ocupada, tal vez recordando al imbécil de turno que le tocó aguantar hoy, porque no ha advertido que, tras ella, los ecos de su camino comienzan a repetirse.

Se detiene y busca en su bolsito un cigarro, lo saca, junto al mechero publicitario de algún pub, y lo enciende con una gran calada, sintiendo todo el humo recorriendo su tráquea en dirección a los pulmones.

Los pasos se detienen tras ella, lejos aun, pero lo suficientemente cerca como para ser advertidos. Al mirar en su dirección no ve a nadie, la calle permanece en el mismo vacío silencioso que acababa de cruzar, sin embargo, nota cómo su pulso se acelera, como si algo no estuviera bien, sin poder explicar qué es lo que ha hecho que un escalofrío recorra su bonita espalda.

Vuelve a caminar, aferrada a su diminuto bolso, como si de un escudo se tratara, y con el cigarro entre los labios, al rojo vivo, exhalando bocanadas de humo, pero sus pasos son, de nuevo, absorbidos por los pasos de alguien más, detrás de ella, cada vez más fuertes, cada vez más cerca.

Apenas le quedan un par de calles para llegar a su portal, así que le da un último y profundo beso al pitillo y acelera su caminar tanto como sus delgados tobillos le permiten. Nota cómo la distancia no sólo no aumenta sino que, incluso, disminuye, y teme darse la vuelta y ver a su perseguidor a punto de darla alcance.

De pronto, la calle se ilumina y resuena el viejo motor diésel de un taxi, está salvada.

Al subirse, le pide al chófer, mientras revisa desde la ventanilla trasera del auto, que arranque hacia donde sea. El conductor no responde, cierra puertas y ventanillas, desconecta la emisora y apaga los indicativos de servicio público.

Se recuesta sobre el asiento y se descalza, relajada; sus doloridos pies ya apenas tienen sensibilidad, de no ser así, probablemente debería notar el suelo húmedo y pegajoso que pisaba.

Seguramente, de no estar tan cansada, se preguntaría si esa mancha que hay en el techo del habitáculo es sangre.

martes, 18 de agosto de 2015

El libro

El delicado perfume de las damas de noche embriagaba el pequeño rincón en el que ella disfrutaba de su merecido descanso, una noche en la que el verano se había acercado a su piel y la había acariciado con sus colores y sabores costeros.

En su regazo revivía uno de aquellos libros con los que, durante su adolescencia reprimida, había conocido el significado de muchas palabras y de tantos otros lugares de su propio cuerpo, dando nombre y valor a todas las señales que la identificaban como mujer.

La última gaviota ya había dejado de volar sobre su terraza y sobre los pequeños tejados de aquel pueblecito que se deslizaba ladera abajo en dirección al mar. Ahora, entre la luna y las estrellas, un gato llamaba a su amante desde alguno de los pocos hogares vecinos.

Una copa de vino, adornada con miles de pequeños diamantes de condensación, viajaba con elegancia hacia sus carnosos labios. Dejó la copa y regresó a su libro.

Las páginas se hacían seda entre sus dedos, deslizando cálidas palabras como susurros en su mente, atrapando sus sentidos con imágenes profundamente evocadoras, llenando sus ojos de letras envolventes y enigmas que sus sueños querían desenmarañar.

Sus poros comenzaron a transpirar y su pulso se aceleró. Sus suspiros, enredados con el perfume de las flores, llenaban el aire nocturno de una sensualidad ardiente.

Soltó una mano de aquel provocador texto para buscar la copa. Cuando sus labios la tocaron, fue con un beso cargado de sexualidad. Unas gotas del borde de la copa se deslizaron, por su cuello, hacia el perfecto canal de su escote.

Dejó la copa sobre la mesa y buscó, con la mano, las gotas que habían refrescado su cuerpo.

Comenzó a acariciarse el cuello y siguió el camino de la gravedad, desabrochando los botones de la blusa. Seguía leyendo, pero ahora  sus voluptuosos pechos se asomaban sin temor a la luz de la luna.

Las palabras resonaban en su cabeza y, como chispas, el fuego de su mente ya se había propagado por el cuerpo, rezumando pasión y sexo por todos y cada uno de sus poros.

El libro permanecía abierto en su regazo, pero sus muslos solicitaron el auxilio de otra mano.

Ell ritmo con que las palabras hablaban desde sus manos, en rincones de su cuerpo que hacia tiempo había olvidado, la llevaban hacia hacia el más hermoso de los éxtasis que jamás había alcanzado.

En el instante en que las letras cesaron de penetrar su ardiente sexo, su cuerpo se estremeció y un hermoso orgasmo la hizo encogerse. Un tímido suspiro, apenas audible, puso fin a la velada.

Cerro el libro y, temblorosa, acercó la copa a sus labios y apuró el resto del vino. Se levantó y entró en casa.

Se lavó las manos y la cara y fue a su cuarto. Se puso el pijama de franela y se metió en la cama, prometiéndose no decirle a nadie del hogar del jubilado cómo había pasado su octogésimo aniversario.