Hoy tengo ganas de hablarte,
de decirte lo que he hecho
y lo que he de terminar,
tengo ganas de hablarte de todo y nada y lo demás.
Hoy, y aun así, tengo miedo
de decirte que lo siento,
de sentir y que lo entiendas
y de pedir que no lo vuelvas a hacer.
Hoy quiero tenerte entre mis brazos,
caracoleando mi cabello entre tus dedos
y saboreando la esencia misma
de la vida en cada uno de tus besos.
Hoy quiero rendir cuentas
al tiempo y al destino
y gritarles a la cara
que al final hemos vencido.
Hoy sin embargo, dolido y extraño,
el lecho me aguarda vacío,
la noche me espera en silencio
y la paz que me aplasta no me deja ni soñar.
Hoy te busco entre paredes y recuerdos
y te espero en mis desvelos,
rompiendo a llorar entre voces de otras penas
y poemas de otro cantar.
Hoy tengo ganas de ti y ya no estás,
piano sin teclas que quiere entonar su canción
y apartar a las sombras de tu ausencia
que no cesan de iluminar mi soledad.
Hoy tengo ganas de volver a ser grande,
de ser aquel gigante que una vez viste luchar
pero soy tan pequeño, tan frágil y asustadizo
que apenas este triste y ronco soneto dejo escapar.
Hoy tengo ganas de hablarte...
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