miércoles, 2 de julio de 2014

Toque y estoque de una idea

No soy pluma, soy plumero,
no soy tinta, soy tintero,
yo no escribo, sólo sueño
como el ave de corral
con silvestres melodías
que no canta por cantar
ni a la muerte, ni a la vida.

Esta noche, sagaz
habrá de enfrentarse en duelo
contra afiladas hojas
que de inmaculado en luto,
como espejo de la noche,
rasgará con sus pisadas.

Dónde si no antes
encontrada la osadía
pudo perderse la esencia
pero de tallos roídos
sabia savia que renace
flora intestina
miedo desierto
y una que hoy se hace eterna.

Llanto negro que se embebe
en manto invierno embelesado
y de muerte queda herido
con estoques supurantes
que a la noche troca en día
y en el día llega el sueño.

En el campo cultivado
de batallas terminales, muere
con sutileza inconsciente
para brotar de la nada
ángel que fue desbestiado
hoy no llega a la deshonra 
todo tachón, papel mojado,
que estas palabras no se las lleva
ni la lluvia, ya, ni el viento.

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