y yo
aún no me encuentro.
Yo estoy a tu lado,
y tú
no me has hallado.
Vengo temprano
y traigo,
del amanecer,
un rayo de sol
en cada mano,
pero tú, dominando
tus secretos,
te has marchado
sin maletas
y sin vida.
Cierro los ojos
y observo
tu huída en mi silencio,
arrastrando mis suspiros
a tus labios
que se abren
sin oír el triste canto
de algún sueño
ya perdido
entre tus labios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario