lunes, 5 de octubre de 2015

Lo que nos queda

Sombras de aquellas noches
se deslizan etéreas,
intangibles,
inalcanzables espíritus narrando
horas que llenaron el espacio.
Duermes profunda y sincera
y yo muero.
Calma de mil aires callados
se estremecen confusas,
aturdidas,
galopando sin gobierno ni barreras
y atropellan mis latidos a su paso.
Duermes profunda y sin vida
y yo sueño.
Vidas de sueños encontrados
se pierden vencidas,
apáticas,
abandonadas sin camino que prosiga
y vuelven de la mano hacia otro día.

2 comentarios:

  1. Hola Rodri, esto solo lo puedo comentar con otra figura literaria (abundantes en el texto), en este caso un epíteto: certero tino. Creo que has descrito el desbocamiento del alma creativa y soñadora evocando el pasado, el presente y el futuro cuando lo que toca es descansar.

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    1. Muchas gracias, Fe, por leer y comentar, por animarme a seguir desgranando aspectos de la vida desde un prisma extrañamente alejado de la realidad.

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